viernes, 29 de agosto de 2014

Dark Souls II - La Corona del Viejo Rey de Hierro

La corona de ceniza
Nos enfrentamos a la segunda corona en la Torre de Bruma, uno de los mejores escenarios de todo Dark Souls II con una pico de dificultad por encima de la media, que nos ha hecho retorcernos de dolor y volver a intentarlo más de lo que ya estábamos acostumbrados.

 La Corona del Rey Hundido ya nos dio muy buenas sensaciones gracias a una apuesta por los puzles más que interesante y algunos enemigos con truco que nos hacían reflexionar antes de seguir avanzando. Hay puzles en los que tenemos que usar a los enemigos como ventaja en el combate, tiene trampas mortales en las que caeremos una vez tras otra y su escenario nos ha dejado impresionados.

Ir poco a poco descendiendo por la torre hasta el jefe es toda una experiencia en la que el equipo de FromSoftware ha podido replicar esa arquitectura magnífica del primer Dark Souls, donde casi por arte de magia, vas adentrándote en el laberinto para terminar abriendo una puerta y volviendo al principio. Curioso, ya que el primer DLC era más difícil para los magos, mientras que este se nos antoja más duro para el cuerpo a cuerpo.

 Sus nuevos enemigos tienen algo de culpa, con unos esqueletos de doble hacha que tienen la peculiaridad de ir en grupo y dar saltos letales. Los hay de una clase que lo mismo te lanzan un hechizo eléctrico que desaparecen y te clavan una daga por la espalda, mientras que otros se apoyan en lanzas de rayos y hechizos que nos ralentizan.
Se puede jugar en solitario, por supuesto, pero es un verdadero calvario atravesar sus zonas llenas de magos y esqueletos, para terminar atravesando la niebla de un jefe final que es duro como pocos, pero que lamentablemente se parece demasiado a ese demonio de la fundición que ya vimos en la Fortaleza de Hierro del juego original.

Los caballeros de Alonne
Son peleas tradicionales, de arena limpia, aunque uno de ellos tiene un truco con el que tendremos que lidiar previamente si queremos que la lucha sea más justa, pero el verdadero enfrentamiento final contra Sir Alonne no tiene trampa ni cartón.

Qué decir de los secretos que esconde la Torre. Esconde un montón de equipamiento, además, de primer nivel, en forma de potentes hechizos, anillos, armas y una espectacular armadura que posteriormente podremos comprar. Una de las mejores partes, sin duda, es bastante opcional y tiene que ver con una torre anexa cuya efigie de Nadaliaprovoca una constante maldición, mientras que potencia a algunos enemigos y resucita a otros.

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